Te echo de menos

¿Cómo se puede echar de menos a quien todavía no se ha ido? El vacío que se siente cuando alguien sale de nuestra vida no es proporcional al tiempo que estuvo con nosotros, sino a la cantidad de recuerdos que nos unen a ella. Quizá tampoco sea la cantidad, sino la añoranza que se siente de un momento especial. 

El hueco que queda dentro ante la ausencia de una persona es el reflejo de mi tan temida soledad. Y es cierto que a veces nos empeñamos en vivir todos estos procesos como negativos y dolorosos cuando en realidad son etapas que nos proporcionan un aprendizaje de valor incalculable.

Cuando miramos al pasado creemos reconocernos como personas felices, pero quizá no lo fuimos nunca y toda esa maraña de recuerdos no sean más que fantasía. A veces es eso lo que echamos de menos, la imagen distorsionada de nosotros mismos en el ayer. Pero te ves en la comparativa de dos fotografías familiares, y no reconoces a aquella persona de la Navidad de 2008. Ya no queda nada.

Otras veces se echa de menos a quien ha estado en tu vida un breve espacio de tiempo. Necesitas gritarle diciendo, ¡no te marches! aunque en realidad está ahí, esperando recordar alguna anécdota entre quienes observan extrañados tan inusual conexión. Y te juras que nunca saldrá de tu vida, no mientras puedas evitarlo. 

@Ohihane

Comentarios

Entradas populares