Un frío viaje a Praga (IV)

Si estoy escribiendo "por capítulos" mi frío viaje a Praga, tengo que detenerme en el Reloj
Astronómico que luce con orgullo esta ciudad. Con más de 600 años, es el más antiguo de este estilo en Europa. 
Reloj Astronómico de Praga [Fotografía: Oihane]
Cuando el reloj va a marcar una hora en punto un montón de gente se agolpa frente a sus coloridas esferas para ver esta maravillosa joya. La historia de este reloj comienza con Hanus Ruze que tras recibir numerosas alabanzas por parte de muchas autoridades centroeuropeas fue  dejado ciego para que no pudiera repetir su obra en ningún otro sitio. 

Subiendo por unas estrechas escaleras, cuyo tráfico lo regula un peculiar semáforo, se asciende a lo alto de la torre donde pude saborear una postal en panorámico de la ciudad (arriesgándome a que un turista japonés me sacara un ojo con su palo de selfie).  Y hablando de postales, entre chocolate y chocolate envío unas cuantas.
Iglesia de Nuestra Señora en frente del Týn [Fotografía: Oihane]
Este reloj está custodiado por cuatro figuras que representan la vanidad, la avaricia, la muerte y la lujuria. Cuando el minutero del reloj superior llega a lo más alto la vanidad se mira al espejo, el esqueleto amenaza con su guadaña, la avaricia mueve una bolsa de dinero y la lujuria la cabeza. Pero además se abren una ventanas en la parte superior por la que comienza "El Paseo de los Apóstoles". Según pude leer, antes solamente desfilaban los doce apóstoles a las 12:00 del mediodía, pero ahora lo hacen cada hora desde las 8 hasta las 9 de la noche. 
Cúpula a través de la lámpara de la Iglesia de San Nicolás [Fotografía: Oihane]

Pero desde lo alto se olvida el reloj. Un mar de tejas rojas solamente interrumpido por las torres que custodian iglesias, relojes y puertas de entrada a la ciudad. Un pequeño espectáculo que solamente me quito de la cabeza con el canto de un coro infantil en la iglesia de San Nicolás. La acústica de esta iglesia quizá no sea la mejor pero la emoción que me transmitieron los niños hizo que fuera la primera en ponerme en pie cuando terminaron su actuación.

Este templo es pequeño y seguramente esté olvidado debido a la belleza de la cercana Iglesia de Nuestra Señora del Týn que parece que intenta pinchar las pompas de jabón que se llevan mis recuerdos hacia el cielo.

Nunca tuvo tanto interés mirar la hora como en Praga.

Kolik je hodin?

@Ohihane

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