Viendo los toros desde el respeto

No me gustan las corridas de toros. Francamente, no tengo una opinión bien formada respecto al debate de "toros sí, toros no", pero si tuviera que posicionarme en un bando sería en el del NO. Existen argumentos para justificar cualquiera de las dos posturas pero hay cuestiones que en mi opinión, caen por su propio peso. 

'La tauromaquia es un arte y forma parte de nuestra cultura'. En una sociedad democrática tienen cabida todas las expresiones culturales imaginables, o no. Si pretendemos ser una sociedad avanzada no podemos empatizar con aquel que disfruta clavándole arpones a un animal, viendo como la sangre mancha su piel y llevarle hasta la muerte sin ninguna justificación más que la de ver sufrir a un animal. 

Hoy he visto el 'desencajonamiento' de los toros en la plaza de toros de Peralta. Si tengo que ser sincera, me ha gustado. Los animales salían de los camiones para ser conducidos por los mansos hasta los corrales.  En este acto, como parte de las fiestas patronales, no se somete al animal, ni siquiera se les toca, aunque sientes que estás participando de la fiesta de la tortura porque esos toros hoy por la tarde habrán muerto entre aplausos. 
Plaza de toros de Peralta, Navarra [Fotografía: Oihane]
Yo no me he criado viendo corridas de toros ni encierros, de hecho me son totalmente indiferentes. El hecho de vivir en Navarra me ha acercado a esta actividad que llaman tradición y que de verdad, me esfuerzo por comprender, aunque me cuesta. 

"La historia del toreo está ligada a la de España, tanto que sin conocer la primera, resultará imposible comprender la segunda" (José Ortega y Gasset). En nuestro país cada año más de 2.200 pueblos celebran encierros y corridas, es decir hay millones de personas partidarias de seguir realizando este tipo de festejos. Quienes lo defienden dicen que "no se puede criminalizar una actividad amparada por la ley", pero desde el momento en el que se ha politizado este debate carece de sentido ampararse en la ley para defender la tauromaquia. 

Ayer me dijeron: "un año se quitaron las vacas en tal pueblo y no fue nadie a las fiestas, un fracaso porque pusieron actos culturales a los que nadie fue". Y pensé yo, ¿y cuál es el problema? Si un municipio organiza teatros callejeros, exposiciones o cualquier actividad a las que nadie acude, no es una fracaso del concejal de festejos de turno sino de los vecinos que prefieren ver detrás de una barrera cómo a un inconsciente le cornea un animal. 

No seré yo quien se manifieste delante de las plazas de toros e insultaré a los toreros, siempre pienso que cuando hay oferta es porque hay demanda. Debemos educar a las nuevas generaciones en el disfrute del deporte, del cine, de los museos... Es cuestión de tiempo o eso quiero pensar.

"Es moral lo que hace que uno se sienta bien, inmoral lo que hace que uno se sienta mal. Juzgadas según estos criterios morales que no trato de defender, las corridas de toros son muy morales para mí" (Ernest Hemingway).


@Ohihane

Comentarios

  1. El sufrimiento ajeno, humano o animal, de cualquier índole o calibre no debería ser considerado arte, tradición o divertimento.

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