¿Estoy triste o deprimida?

En algunas ocasiones sentimos que la tristeza que padecemos es tan fuerte y tan agónica que pensamos que ya no podemos más y que nuestra capacidad emocional se ha visto desbordada dejando sitio a que se instale una depresión en nuestra vida.

Está claro que son dos cosas radicalmente diferentes y tenemos que saber diferenciarlas. La tristeza es un sentimiento originado por una decepción, por una situación dolorosa o por un sufrimiento. A veces esta tristeza tan profunda sirve de inspiración. Experimentar este sentimiento hace que seas capaz de escribir, pintar o cantar cosas maravillosas. 


Habré de levantar la vasta vida 
que aún ahora es tu espejo: 
cada mañana habré de reconstruirla. 
Desde que te alejaste, 
cuántos lugares se han tornado vanos 
y sin sentido, iguales 
a luces en el día. 
Tardes que fueron nicho de tu imagen, 
músicas en que siempre me aguardabas, 
palabras de aquel tiempo, 
yo tendré que quebrarlas con mis manos. 
¿En qué hondonada esconderé mi alma 
para que no vea tu ausencia 
que como un sol terrible, sin ocaso, 
brilla definitiva y despiadada? 
Tu ausencia me rodea 
como la cuerda a la garganta, 
el mar al que se hunde.


Jorge Luis Borges (Argentina, 1899-Ginebra, 1986)

Yo creo que no tenemos que tener miedo por sentir este sentimiento, es una reacción natural a un acontecimiento en concreto y es esperable en el ser humano. Todo esto es teoría pero lo que yo creo es que es mejor que no te toque muchas veces en la vida y si te toca es aconsejable tratar de no "regocijarte" en tu tristeza. Como diría mi doctora de cabecera "hay una línea muy fina entre estar triste y comenzar con un martirio sin final visible". 

Por otro lado está la depresión. Esto ya es una enfermedad mental que se produce cuando ese estado de tristeza se prolonga en el tiempo convirtiéndose en patológica. Yo creo que la depresión se produce porque debido a la misma, el que la padece no encuentra instrumentos a su alrededor para superar su situación y finalmente el estado de profunda tristeza se perpetúa.




Es importante que en esos momentos en los que, por la pérdida de un apoyo o soporte vital, te sientes profundamente perdido consigas refuerzos en tu familia y amigos porque sino comenzarás a sentirte incapaz de resolver ninguno de los problemas que la vida te plantee. Justo en ese instante en el que la tripa da media vuelta, cuando el suelo comienza a moverse y tus cimientos a tambalearse, cuando ves que la oscuridad se aproxima, justo en ese instante piensas en una única persona, de la que sabes que aportará nitidez a tus pensamientos distorsionados. ¿En mi caso? Mi padre.

Para no caer en una dinámica tóxica que pueda llevarte a sufrir una enfermedad como la depresión es importante reaccionar ante determinados sucesos, enfrentándonos a ellos. ¿Cómo? Yo creo que buscando la rutina. Conseguir un orden, A-B-C y no salir de ahí. Cuando esas pequeñas rutinas diarias se vuelvan de fácil ejecución, entonces, solamente entonces estaremos preparados para ir añadiendo otras: fotografía, coro, bailes, salir, conocer, sobrevivir...

Yo cada día descubro a otros tristes, ¿y tú?

@Ohihane


Comentarios

  1. Quise decir -y no solo no lo dije, sino que, además, me expresé parca e imprecisamente- que has dado en el clavo con la pautas. El problema estriba en que cuando se atraviesa una situación como la que describes no existe consejo ni pauta que valga, porque toda, absolutamente toda tu energía se vuelve hacia uno mismo y se focaliza en ti, en tu alma, en tu dolor, en la lucha cruenta que libras contra todos los monstruos y demonios internos, que son muchos y terriblemente crueles -ignoraba que Lucifer tuviera tan vasta prole- y se presentan en tropel como las hordas de Atila, el Huno, sedientos de sangre y hambrientos por cobrarse almas. Cualquier consejo, sugerencia, propuesta, proyecto, actividad... lo que sea, todo, absolutamente todo, suena a milonga, cuento chino -en mandarín- y ciencia ficción sacada de La guerra de las Galaxias.
    Sacar a una persona de ese estado de tristeza perpetua o depresión es como querer que un alcohólico deje la bebida o un drogadicto abandone la droga: no ocurre hasta que algo no hace clic en sus cerebros y son plenamente conscientes del problemón que les embarga. A partir de ese momento se puede empezar a trabajar en la búsqueda de una solución, no antes.
    No todo el mundo posee la voluntad de querer, ni la fuerza interior, el tesón, el arrojo, la valentía requeridos para llevar a cabo tan ingente misión, ni la capacidad para aprender y ser conscientes de que no se está bien y cambiar algo, hacer las cosas de otra manera y buscar otro enfoque es condición sine qua non. A veces uno se encuentra tan atrapado y perdido en su mundo que se requiere un elemento exterior que sepa reconducir a la persona desde ese laberinto de tinieblas en el que se encuentra de nuevo hacia la luz del exterior.
    Tampoco creo que todas las personas que se apuntan a bailes de salón, inician fotografía o aprenden un idioma sean tristes. Creo en la existencia de espíritus positivos por naturaleza que son como una luz blanca para quienes somos más melancólicos. Y también creo que, en gran medida y elevado porcentaje, el positivismo es una actitud que se puede aprender.

    La escritura terapéutica mola :-D

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  2. No he querido decir que quienes se inician en bailes o en fotografía sean persona tristes, sino todo lo contrario. Que puedes empezar a descubrir esas actividades cuando empiezas a asomar la cabeza del agujero porque antes no podrás valorar lo positivo que puede ser para uno mismo comenzar nuevos proyectos.

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  3. Totalmente de acuerdo. Pero sigo creyendo que cuando se está mal se necesita el clic en el cerebro que te haga entender que enrolarte en un nuevo proyecto puede ser beneficioso.

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